Incorporar estudios de redes como actividad recurrente pueden significar importantes ahorros para las empresas.

El estudio y optimización de las redes de distribución puede ser un recurso que permita generar ahorros de hasta 6% anuales, por ello es crucial que las empresas los integren a sus calendarios de planeación, destacó Alex Waterinkx, consultor de Miebach Consulting.
En la actualidad, al interior de muchas empresas los análisis de las redes de distribución es una práctica aislada que no se realiza con periodicidad, sino sólo cuando se presenta una eventualidad o es necesario implementar una optimización de manera urgente. No obstante, la demanda de estos estudios ha crecido en los últimos años, dada su consolidación como una herramienta útil en el descubrimiento de soluciones a la medida.
¿Cómo funcionan los estudios de redes?
De forma tradicional, los estudios de redes se elaboraban de esta forma: 
  • Se iniciaba un proyecto que involucraba a toda la empresa. 
  • Se recopilaban y cotejaban datos de todas las ubicaciones y departamentos de la misma. 
  • Los datos se validaban y finalmente se podía comprender a detalle la totalidad de la red. 
  • Con esta información, se lograba hacer escenarios individuales y, en algunos casos, pronósticos. 
Al hacer un examen a fondo de cada punto en el flujo de distribución se abre la puerta para encontrar un balance entre el inventario y el transporte, situación que se transforma en un ahorro de recursos a mediano y largo plazo. 
Este es precisamente el punto que menos favorecía a la realización de estos estudios de manera esporádica, pues el contexto del sector, la situación económica y factores como la inflación impedían actualizar las mejoras que se habían planeado, haciéndolas obsoletas o inviables.
En los tiempos actuales, sin embargo, algunas empresas empiezan a dar pasos sólidos rumbo a la optimización continua. Por ejemplo, muchas ya pusieron en marcha departamentos de excelencia, los cuales recopilan constantemente información sobre el desempeño de la cadena de suministro y posibles áreas de oportunidad.
Un ejemplo práctico es la creación de cadenas de suministro digitales, desde las cuales se monitorean todas las ubicaciones e inventarios, permitiendo hacer proyecciones y planificar conforme a diversos escenarios posibles. Mecanismos de este tipo han demostrado traer ahorros de entre 5 y 10% que si se mantienen, pese al inevitable aumento de los costos, se convierten en un factor que juega a favor de las empresas a largo plazo.
Es así que la vía para contar con cadenas de suministro sólidas y que al mismo tiempo traigan ganancias es la recolección constante de datos mediante los estudios de red, algo que Waterinkx resume en una frase: “una visión de extremo a extremo permite una clara transparencia de costos a lo largo de toda la cadena de suministro”.
Fuente: Miebach Consulting.