Los actores del transporte de carga en Chile enfrentan un gran desafío: hacer operaciones sustentables. Fabricantes, transportistas y conductores han tomado conciencia de su responsabilidad frente al cuidado del medioambiente, lo que los ha llevado a incorporar nuevas herramientas y procesos que apuntan en esa dirección.

El transporte es responsable de más de un tercio del consumo energético a nivel nacional, debido a su alto consumo de combustibles fósiles. Así lo ratifica el coordinador del programa Giro Limpio que administra la Agencia de Sostenibilidad Energética, Matías Vera, quien argumenta que el sector aporta un 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). “Se estima que las emisiones de GEI del sector transporte pueden aumentar a un 40% en 2030, si no se toman medidas. Lo anterior, dado que la actividad de carga es una transversal a toda la economía”, señala.

Otro dato relevante, en este aspecto, es que a diario operan en Chile cerca de 240.000 camiones, responsables del 11% de las emisiones de GEI que percibimos. Y es que la mayoría, sino todos, los productos que consumimos cotidianamente, en algún momento, estuvieron arriba de un camión. “Nuestro estilo de vida se sustenta, en gran parte, gracias al transporte de carga y eso no va a cambiar en el corto plazo”, afirma Matías Vera.

Pero, la industria quienes toman decisiones están conscientes del impacto de las cuatro ruedas en el medioambiente. Por eso, se instaló el concepto de “huella de carbono”, que engloba al conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero producidas, directa o indirectamente, por personas, organizaciones, productos, eventos o regiones geográficas, en términos de CO2 equivalente. En los últimos años, la medición de dicha huella se ha vuelto relevante para quienes buscan conocer las conductas que están contribuyendo a aumentar las emisiones y orientar las acciones a reducirlas.

“Dentro de las fuentes de emisión que contribuyen a engrosar la huella de carbono de una organización o producto, están las asociadas al transporte de carga destinado a mover materias primas asociadas a la cadena productiva de un producto, así como el transporte de estos últimos a clientes nacionales y extranjeros”, explica el coordinador de Giro Limpio. En este ámbito, no hay que olvidar que Chile es un país mayoritariamente exportador, no solo como el mayor productor de cobre a nivel mundial, sino también como un actor relevante en el mundo de los alimentos, donde destacan productos como el salmón, el vino y las cerezas.

COMPROMISOS PAÍS

“Todas las exportaciones en algún momento estuvieron arriba de un camión y la emisión de CO2 equivalente asociada a la quema de combustible fósil, por el traslado se suma a la huella de carbono del producto, lo que disminuye su competitividad ambiental en mercados foráneos que han implantado barreras para arancelarias, como el mercado francés, el inglés y el asiático”, sostiene Matías Vera.

En este contexto, nació Giro Limpio, en 2018, como programa de transporte de carga eficiente, nacional, voluntario y gratuito que -impulsado por el Ministerio de Energía y administrado por la Agencia de Sostenibilidad Energética- busca reducir las emisiones del sector, para contribuir al cumplimiento de los compromisos país de cara al cambio climático y la anhelada carbono neutralidad con miras a 2050. “Ninguna meta de cambio climático se va a cumplir si el sector transporte de carga, no toma acción en la reducción de consumos de combustible y emisiones de GEI”, afirma el coordinador del programa.

En este sentido, el director del Programa de Sustentabilidad de la UTEM, Óscar Mercado, cree que el transporte, como muchas otras actividades económicas debe, de una u otra forma, alinearse con la creciente importancia que están teniendo las acciones en pro de la sustentabilidad. “Es casi una necesidad avanzar en este camino, ya que la sociedad cada día exige más que las empresas tengan un compromiso con la sustentabilidad e irán prefiriendo a aquellas que muestren avances en esa área”, comenta.

En esa línea, el académico de la UTEM, señala que el aporte del transporte de carga a la sustentabilidad está ligado principalmente al desafío de reducir el cambio climático, donde el consumo de combustible fósil y sus correspondientes emisiones de dióxido de carbono generan grandes impactos. Para mitigarlos, existen dos caminos, según Óscar Mercado. Por un lado está el tecnológico, que tiene directa relación con los desarrollos en eficiencia de motores y tipo de combustible, por ejemplo, donde se consideran, incluso, las celdas de hidrógeno. Y, por otro, donde podemos contribuir muchísimo como país, están las prácticas de conducción. “Sí es posible capacitar y sensibilizar a los choferes para que conduzcan de manera sustentable, es decir, manteniendo una velocidad constante, sin exigir el motor y evitar aceleraciones innecesarias”, afirma el profesor especialista en sustentabilidad.

EL ROL EMPRESARIAL

NicolasSobre políticas sustentables y medidas para reducir el impacto al medioambiente, Nicolás Kunstmann, cofundador de Drivin, dice que -si lo vemos con números duros, el transporte representa la mitad del consumo de petróleo a nivel mundial y casi el 20% del consumo de la energía. De este total, el 40% está relacionado con el transporte urbano. “Para poder lograr esta logística verde, no solamente se requiere de inversión por parte de las empresas, sino que de incentivos a través del Gobierno, o bien, un tema cultural de los clientes. Además, las compañías tienen que decidir definitivamente modificar las actividades que desarrollan de manera de reducir el impacto que están generando y esto tiene que ser a nivel estratégico”, apunta.

Según Kunstmann, es necesario que la industria se decida a invertir fuerte en innovación para analizar y medir la huella de carbono que se está generando y, a partir de esos análisis, ver cuáles son las estrategias de disminución de estas emisiones. “Un ejemplo es utilizar sistemas alternativos como gas o electricidad o sistemas híbridos. Otra cosa muy importante es a lo que nos dedicamos nosotros, que es optimizar la gestión de la flota de transporte, así como también adquirir cada vez más vehículos menos contaminantes”, indica.

En este sentido, el cofundador de Drivin, reconoce que la consolidación de mercaderías podría reducir el número de desplazamientos o de rutas y cree que una buena opción es instalar hubbing intermedios para ello, sin necesidad de incurrir en grandes desplazamientos y, a su vez, implementar medidas en los mismos centros de distribución de reciclaje.

“El tema de los manejos de inventario y la logística inversa también genera ahorros en esto. Lo anterior suena muy lindo, pero debe ir de la mano con una política y estrategia de disminución, pero a partir de tener la medición de cuánto es lo que se está generando. Todo esto termina en que en algún momento los clientes van a evaluar a las compañías por el impacto medioambiental que generan, además de otros factores como el precio y la calidad, aunque por el momento muy poca gente valora a alguien que hace un traslado mucho más verde porque no existe tanta consciencia y las personas están poco dispuestas a pagar ese diferencial”, detalla Nicolás Kunstmann.

Jaime Dacaret Gerente GeneralPor su parte, Jaime Dacaret, gerente general de DHL Express Chile, sostiene que hoy las principales empresas, sin importar su tamaño, están buscando formas de ser más ecológicas. “Si queremos que el planeta sea habitable para las generaciones futuras, deben trabajar en conjunto para identificar y reducir las emisiones, mejorar la sostenibilidad de los negocios y lograr una economía circular. Es justo en esto que la logística juega un papel esencial en la economía global y, por tanto, puede tener un papel decisivo en el impacto ambiental que causan los negocios”, comenta.
 
Según el ejecutivo, distintas etapas de la cadena logística se pueden optimizar de manera ecológica a través del almacenaje, reciclaje de residuos, empaquetado y transporte, entre otros. De hecho, en DHL están incorporando combustibles sostenibles para la descarbonización y la gestión logística limpia. “Así se seguirá reduciendo la huella de emisiones de los bienes transportados”, dicen.

En este ámbito, la empresa se ha preocupado de ofrecer una serie de alternativas de servicios para evitar o minimizar la emisión de contaminantes, la producción de desechos y otros impactos ambientales relacionados con la logística en toda la cadena de suministro. Tecnologías de transporte innovadoras y combustibles alternativos, consultoría en optimización de redes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, optimización de empaques y empaques ecológicos así como monitoreo del carbono han sido algunas de las acciones que han tomado en DHL para hacer más sostenibles las operaciones.

Leonardo NavarreteEn tanto, Leonardo Navarrete, Gerente Comercial de STG Chile, hace hincapié en la gran presión mundial producto del impacto ambiental de las actividades humanas, principalmente productivas y de transporte. “La tendencia internacional para abordar la crisis ambiental del cambio climático, hace evidente que los protocolos y acuerdos se seguirán fortaleciendo, aumentando su alcance y exigencias, con el fin de controlar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Por tanto, las empresas que tienen actividades de transporte deben avanzar conforme a esta tendencia, con vista al desarrollo sustentable para no quedarse en el camino”, explica.

Por eso, el ejecutivo, cree que se ha intensificado el uso del concepto de logística verde o sustentable, lo que nos llama a modificar las estrategias y procesos de la cadena logística para respetar el medio ambiente.  “El transporte es uno de los primeros aspectos que debemos empezar a cambiar, de modo que se comiencen a usar vehículos o medios que reduzcan los niveles de CO2 expulsados a la atmósfera, los cuales son en su mayoría producidos por dichos vehículos. También entran en este apartado, el uso de otras alternativas como el aprovechamiento de los espacios libres de los vehículos de los transportistas que a menudo suelen volver vacíos una vez han dejado los productos en su destino. Esta es una de las acciones que los transportistas de carga están aplicando para reducir las emisiones”, afirma.