La industria portuaria en Chile está viviendo momentos decisivos. De ahí que los actores del sector estén emprendiendo diversos proyectos e iniciativas que permitan incrementar los niveles de eficiencia y desempeño logístico de esta actividad clave para el comercio exterior chileno. A continuación, conoceremos cuáles son los principales retos que afrontará el sector en 2019 y cómo se preparan tres destacados actores portuarios de cara a los retos venideros.

El sector portuario y su logística constituyen la principal plataforma para el intercambio comercial de Chile con el resto del mundo. Las cifras avalan lo expuesto. Según el último Compendio Estadístico publicado en marzo por el Servicio Nacional de Aduanas, el intercambio comercial chileno, durante 2018, superó los 140 mil millones de dólares FOB, cifra que exhibió una variación positiva del 13,5% respecto del año 2017; siendo el transporte marítimo el que concentró la mayor participación en materia de exportaciones e importaciones.

Así, según el documento oficial, el 96,8% de las exportaciones nacionales salieron por vía marítima, marcando una variación positiva del 7,6%, respecto de 2017. En lo referido a las importaciones, el transporte marítimo también fue el más utilizado, movilizando el 88,9% de las toneladas internadas al país, lo que en monto CIF equivale al 78% de las importaciones.

EN LA MIRADA DE LOS ACTORES

A partir de lo expuesto, queda de manifiesto que el sector marítimo-portuario cumple un rol protagónico en la conexión y facilitación del comercio exterior de Chile, agregándole valor a éste en la medida que provea servicios eficientes, confiables y sea capaz de adaptarse a tiempo a las nuevas dinámicas del mercado. Así, no son pocos los desafíos que debe enfrentar el sector. Lo cierto es que la industria portuaria en Chile está viviendo momentos decisivos.

A este respecto, Rodrigo Monsalve, Gerente General de Puertos de Talcahuano, manifestó que “estamos trabajando para poder responder a los cambios que se están produciendo a nivel internacional y poder adecuarnos a los nuevos desafíos que exigen mejores condiciones para la operación de embarcaciones de mayor tamaño, mayor tecnología en los muelles para atender el proceso de transferencia de cargas y áreas de respaldo con más capacidad de almacenaje”.

Según Monsalve, “es necesario seguir trabajando en temas logísticos y de accesibilidad que permitan, precisamente mejorar el acceso inmediato a los terminales con condiciones más seguras, tanto para los usuarios de los puertos; como para las cargas; las personas que se desempeñan labores en los recintos y, por supuesto, las comunidades que viven en el área contigua a los terminales. Ese es un desafío que estamos abordando con seriedad, realizando estudios y proyectos que nos permitan superar los inconvenientes que una intensa actividad de comercio exterior genera”.

Siempre en torno a la evaluación del actual escenario del sistema portuario nacional, a un nivel sectorial, según Carlos Mondaca, Gerente de Asuntos Públicos de Puerto San Antonio, “la dinámica del comercio exterior en las últimas décadas ha impulsado un rápido crecimiento de la demanda de los puertos de la Quinta Región, en particular la carga transportada en contenedores. Es por esta razón que los puertos chilenos debemos prepararnos para hacer frente a este hecho”, manifestó.

Cabe recalcar que, en la actualidad, San Antonio es el puerto que más carga moviliza en Chile. De hecho, durante 2018 transfirió 22,06 millones de toneladas, 22,9% más que en 2017. Es justamente este nivel de crecimiento el que, según Mondaca, implica que San Antonio pueda llegar a instancias de saturación en la segunda mitad de la próxima década, por lo cual –sostuvo el vocero de San Antonio- “estamos acometiendo nuevos proyectos en materia logística y en materia portuaria. El desafío hacia adelante es seguir creciendo de manera sustentable, creando polos de desarrollo que trasciendan a nuestra actividad y aporten valor a toda la comunidad”.

Bajo la premisa de que “el sector portuario está en un momento de desarrollo bastante importante, que implica la puesta en marcha de diversos planes de inversión portuaria orientados a mantener nuestra competitividad y elevar nuestra eficiencia operacional”, Javier Anwandter, Gerente General de Puerto Coronel, destacó además que, “existe un desafío transversal en el mejoramiento de la infraestructura de acceso a los terminales”.
Teniendo en cuenta lo anterior y su zona de acción, Anwandter sostuvo que “en el caso de Biobío tenemos accesos viales y ferroviarios deficitarios que obstaculizan el objetivo de revertir el desbalance entre importaciones y exportaciones que tiene la Región.

Actualmente el 85% de la carga que se mueve por los puertos de Biobío corresponde a exportaciones; y aunque tenemos la capacidad operacional para recibir las cargas de la macrozona centro-sur, una mejor infraestructura ayudaría a que los importadores aprovecharan mejor estos ahorros logísticos”.

PERSPECTIVAS Y RETOS 2019

Consultado respecto a las perspectivas futuras e inmediatas para el transporte portuario en Chile, el Gerente General de Puertos de Talcahuano manifestó que “a nivel mundial se están produciendo cambios en la industria, los que Chile debe enfrentar y adaptar en su operación para no quedar atrás. Un ejemplo de lo anterior es que cada vez se construyen naves de mayor tamaño, para lo cual es necesario modernizar la infraestructura y adquirir nuevo equipamiento”.

Otro de los puntos de inflexión que destacó Rodrigo Monsalve para este sector, guarda relación con la digitalización y automatización de las operaciones portuarias. “A través de nuevas tecnologías se agrega más eficiencia y productividad a la operación logística y del puerto. En esta línea este año Puertos de Talcahuano comenzará la primera fase para un trabajo de mediano plazo que permitirá desarrollar una plataforma del tipo Port Community System”, sostuvo.

Pero no sólo retos a nivel operativo y de infraestructura se visualizan para el sector. En esta línea, uno de los factores de importancia considerados por los puertos guarda relación con ciertas tendencias a nivel de consumo y aspectos como el cambio climático y cuidado del medioambiente, temáticas que cobran fuerza, día con día. “Todos estos aspectos también inciden y modifican el tipo o la forma de carga a movilizar, por lo cual los puertos debemos estar atentos y dispuestos a adaptarnos, para no perder competitividad”, manifestó Monsalve.

Siempre en torno a las perspectivas para el año 2019, el vocero de Puerto de San Antonio explicó que la actividad portuaria “es reflejo de nuestro comportamiento como consumidores y productores”. Considerando entonces que el nivel de transferencias que observen los puertos en este periodo pasará, necesariamente, por el momento que esté pasando la economía del país, Mondaca, se mostró optimista, sobre todo en base al inicio de año que ha experimentado Puerto de San Antonio. “Durante el mes de enero, nuestros tres terminales concesionados lograron un crecimiento de 28,9% en el total de carga transferida con respecto al mismo mes del año 2018”, una cifra que sin duda eleva las expectativas para el resto del año, sostuvo.

En tanto, la relación Puerto –Comunidad es otro de los aspectos que los actores del sector esperan afianzar en 2019. En esta línea, el Gerente de Asuntos Públicos de Puerto San Antonio comentó que “en el Estudio de Percepción del año 2018, que realizamos cada año con el objetivo de conocer qué piensan los habitantes de San Antonio en distintas temáticas, el 65% de los encuestados consideró que la actividad que genera más desarrollo en la ciudad es la portuaria y debemos hacernos cargo de que este crecimiento sea compatible con el crecimiento de la ciudad, buscando minimizar los impactos externos que la actividad portuaria genera. Los puertos debemos trabajar de cara a la comunidad ya que somos parte de la ciudad. Nuestro propósito, por tanto, es crecer de la mano de los habitantes. No podemos trabajar de espalda a ellos y todos nuestros proyectos de crecimiento se sustentan bajo esta premisa”, manifestó Mondaca.

DE SU ACCIÓN ESPECÍFICA

Con la idea de conocer cuáles son los proyectos que ocuparán a estas tres destacadas terminales portuarias durante el próximo periodo, Revista Logistec solicitó a sus voceros que destacaran algunos de los hitos alcanzados en 2018 y sus desafíos inmediatos.

En este contexto, el Vocero de Puerto de San Antonio comentó que las cifras record de transferencia de carga obtenidas por la portuaria durante 2018, (22 millones de toneladas), se explican en la nueva infraestructura de Puerto Central y STI, el compromiso de los trabajadores portuarios con su empleador y los bajos índices de accidentabilidad laboral. Respecto a este último punto, Mondaca sostuvo que “logramos alcanzar un índice de 9,4 accidentes por millón de horas trabajadas. Este número está bajo la media de la industria y es una cifra que nos pone contentos pero que nos motiva a seguir trabajando en esta materia para bajar este número”.

Otro hito importante a destacar por el vocero de San Antonio, es el avance en el desarrollo del proyecto Puerto Exterior, en el cual la terminal trabajó durante 2018 y que sigue impulsando para este periodo. “Actualmente estamos trabajando bajo cinco ejes: El ambiental, de ingeniería, económico, el de libre competencia y logístico. Estamos trabajando en estos cinco ejes con reuniones cada dos semanas con el Gobierno reportando los avances, y nuestro proyecto tiene como horizonte atender la primera nave en 2027”.

Sobre este proyecto, Carlos Mondaca comentó que “según lo planteado por el presidente de la República en octubre pasado, la capacidad portuaria en Chile debe crecer de forma significativa y el proyecto permitirá absorber este crecimiento de demanda proyectada”.

Finalmente, considerando la relación ciudad-puerto y en aras de minimizar los impactos externos que la actividad portuaria genera, el Gerente de Asuntos Públicos de San Antonio comentó que “trabajamos en optimizar accesos terrestres a nuestros terminales para que las cargas transiten con mayor fluidez y en acciones que permitan disminuir los impactos que generan en la ciudad el alto flujo de camiones. Asimismo, mantenemos un protocolo de avance con la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) para mejorar la infraestructura y que se transfieran más cargas por tren”.

Más al sur, en tanto, los recintos portuarios de Talcahuano y Coronel también han emprendido proyectos para potenciar su desempeño. En esta línea, Javier Anwandter comentó que “la incorporación de dos nuevas grúas portacontenedores, es un tremendo hito para nuestro puerto y para la región en general; no sólo porque estamos actualizando nuestra infraestructura al estándar del transporte global de carga, sino también, porque pasamos a ser el único terminal del centro-sur chileno en operar cuatro grúas de esta capacidad, consolidando nuestra posición como tercer actor del sector portuario nacional”.

Este proyecto también implica un hito ambiental, para Puerto de Coronel, ya que la incorporación de estas grúas eléctricas permite el reemplazo de dos grúas móviles a petróleo y operar un muelle con cero emisión atmosférica.

En este sentido, Anwandter agregó que “además, estamos trabajando en otros proyectos que permitirán aumentar la eficiencia operacional a través del desarrollo tecnológico o cambios en la gestión de carga o camiones”. Ahora bien, cabe destacar que en los últimos años Puerto de Coronel ha avanzado en la captación de nuevas cargas, de distintos sectores productivos y ampliando el radio de origen o destino; “eso implica que estamos fortaleciendo nuestra posición de plataforma logística para una extensa macrozona”, sostuvo el vocero de Puerto de Coronel.

Respecto de las perspectivas futuras para esta terminal portuaria, Anwandter sostuvo que “tenemos una perspectiva positiva respecto a este año y los siguientes. En particular, nos hemos preparado para los grandes desafíos del transporte naviero y el aumento de cargas que implicará la ampliación de la Planta Arauco. Así, nuestro plan de desarrollo actual se focaliza en fortalecer las capacidades en la gestión de contenedores, que es un formato de constante crecimiento en el transporte de carga y que en nuestro caso representa el 65% de las transferencias”.

Con lo anterior, Puerto de Coronel espera superar en 2019 los 8 millones de toneladas transferidas, “lo que desde ya implica un desafío operacional y logístico importante”, sostuvo el Gerente General.

En tanto, Rodrigo Monsalve, Gerente General de Puertos de Talcahuano, destacó el rol de la entidad en la consolidación de la Comunidad Logística de Talcahuano, COMLOG, que hoy es presidida por su Gerente de Desarrollo y Sostenibilidad Guacolda Vargas. “Este nombramiento es un reconocimiento a un trabajo permanente con los actores de la cadena logística que operan en Talcahuano, buscando mejorar la oferta de servicios para el comercio exterior”, sostuvo Monsalve.

A partir del trabajo realizado en COMLOG, la entidad portuaria ha liderado el trabajo con el Comité Portuario de Coordinación de Servicios Públicos de Talcahuano, buscando mejorar procesos. “Ello permitió que estemos trabajando de manera más coordinada para poder operar con la mayor celeridad, comprendiendo la importancia que el comercio exterior tiene para nuestra región y el país”, sostuvo el Gerente General de Puertos de Talcahuano.

En tanto, otra de las tareas que la terminal penquista se ha propuesto para este año es realizar un estudio que permita conocer cuál es el impacto de la actividad logística en la comuna de Talcahuano y así contar con información que facilite la toma de decisiones respecto de otras inversiones. “Estamos trabajando desde el Consejo de Coordinación Ciudad Puerto de Talcahuano, que recordemos es presidido por el intendente regional, para que prontamente el Ministerio de Obras Públicas pueda avanzar en una próxima fase de la ingeniería del proyecto de conexión de la ruta interportuaria con San Vicente y así dar más facilidades a la logística asociada al comercio exterior”, sostuvo Monsalve.

Finalmente, el vocero de Puertos de Talcahuano sostuvo que “como empresa portuaria del estado tenemos un rol de autoridad portuaria el que realizamos a través de la coordinación y articulación entre los distintos actores públicos y privado que intervienen en los proceso de comercio exterior, y de la relación de la industria logística portuaria con su comunidad. De ahí que, estemos trabajando en pos del desarrollo de un comercio exterior de alto estándar que apunte a acuerdo de niveles de servicio eficientes y que éstos se desarrollen en armonía con nuestro entorno, por lo cual la sostenibilidad del negocio es uno de los pilares de nuestro trabajo”.

Aduciendo a este compromiso en torno al desarrollo y eficiencia de los procesos portuarios y logísticos, Monsalve manifestó que “debemos sentar las bases para avanzar a una logística sin papeles, y trabajar en el futuro en plataformas como los Port Community Systems, agilizar los procesos a través de una efectiva interoperabilidad”. En este sentido, agregó, “otra meta es avanzar en estandarizar procesos marítimos como el de zarpe y atraque, maniobrabilidad e inspecciones, lo que se complementa con la agenda de trabajo del Comité Portuario de Coordinación de servicios públicos de Talcahuano”.

El mundo del transporte ferroviario de carga es desconocido para muchas personas, incluso entre quienes pertenecen al mundo logístico. Ello se debe, en buena medida, a que el ferrocarril tiene un peso muy bajo dentro del mercado del transporte nacional, en términos de toneladas, y sobre todo en cuanto a número de fletes.

En términos generales, el uso de transporte ferroviario de carga es favorable para grandes embarques, a los que permite obtener bajos costos de transporte, baja accidentabilidad y una reducida huella de carbono. En la medida que estas dos últimas ventajas aumenten su valoración social y de mercado, más relevante debería volverse el ferrocaril en la cadena logística. A pesar de muchas propuestas de tecnologías alternativas, el transporte ferroviario de carga se efectúa mediante trenes, donde la carga se lleva sobre vagones que van remolcados por una o más locomotoras. Con esta configuración, a más largo el tren, menor es el costo unitario, ya que se aprovecha mejor la infraestructura, el personal del tren, y la resistencia al viento.

En Estados Unidos, donde los volúmenes a transportar son elevados y el foco de las empresas de transporte ferroviario está en la carga por sobre los pasajeros, el ferrocarril mueve más toneladas-kilómetro en recorridos interurbanos que los camiones (alrededor de un 40% en los trenes y de 30% en los camiones). En Japón y la Unión Europea, el transporte ferroviario de carga tiene una importancia marginal (en promedio no superior a un 10% del total de las toneladas-kilómetro), ya que gran parte de de la infraestructura existente está utilizada por transporte ferroviario de pasajeros. En todo caso, en Europa no existe uniformidad de criterios para el ferrocarril, y se observan diferencias sustanciales según el país. Así por ejemplo, Alemania favorece mucho más el ferrocarril de carga que Francia, nación que otorga prioridad al transporte de pasajeros de alta velocidad. A pesar de lo anterior, es actualmente prioridad de la Unión Europea el potenciamiento del transporte ferroviario de carga.

TIPOS DE TREN

Para mover carga por ferrocarril se utiliza en términos generales tres tipos de tren: el unitario, el carguero mixto y el intermodal.

El tren unitario es aquel en que todos los vagones están dedicados a un solo embarque, y su diseño es específico según el tipo de carga de que se trate. Estos trenes viajan continuamente entre el origen y el destino de la carga, lleno de ida y vacío al regreso. Para un tren, existe un solo cliente, un solo origen y un solo destino, e incluso puede haber más de un tren dedicado a un solo servicio.. Por lo general se utiliza para el traslado de minerales, carbón y otras materias primas, aunque también es posible destinarlos al transporte de productos de bajo valor, especialmente en trenes más cortos. Por su simplicidad operacional, es el que presenta las mayores ventajas comparativas frente al camión, aunque para ciertos trazados puede rivalizar incluso con los ductos u otros sistemas mecanizados de transporte.

Una restricción importante para este tipo de tren es que se debe tener acceso ferroviario e instalaciones adecuadas tanto en el lugar de origen como el de destino. Además, estos accesos requieren un tamaño suficiente como para poder maniobrar todo el tren al interior de ellos.

En nuestro país podemos encontrar este tipo de convoyes en el norte grande y chico (transporte de hierro), y también en la zona centro sur, como ocurre con el transporte de ácido sulfúrico entre Rancagua y San Antonio. En ambos casos, los trenes viajan cargados desde el punto de embarque hasta el terminal del puerto, y luego vuelven descargados.

El carguero mixto es un tren que está formado por vagones que mueven varios embarques. Para ello, cada embarque (que puede ser uno o más vagones) es tomado en el origen y llevado a un patio donde se lo junta con otros embarques hasta formar un tren. En caso de ser necesario, los vagones pueden formar parte de varios trenes antes de alcanzar el lugar de destino. Por ello, un mismo convoy puede tener varios orígenes, varios destinos, y varios clientes. Este tipo de transporte compite de forma más directa con el camión, ya que se trata de embarques de menor tamaño que son movidos con mayores costos, que el tren unitario. Por sus características, es frecuente que estos trenes se utilicen para el transporte de productos industriales intermedios, como metales refinados, productos químicos, fertilizantes, cereales, todos los cuales requieren vagones de diseño especializado.

Estos trenes también requieren de instalaciones en los puntos de origen y destino. Sin embargo, debido al menor tamaño de los embarques, estas instalaciones pueden tener un tamaño más reducido.

En este tipo de cargueros podemos incluir los embarques de cobre desde Rancagua a San Antonio. Aquí, los carros se cargan en las inmediaciones de la capital de la VI región (en Los Lirios) y luego son juntados en el patio de maniobras con otras cargas provenientes de esa misma ciudad, o desde más al sur y transportado como un solo tren hacia Santiago. En esta ciudad, el tren se desarma y los embarque son reunidos con otros vagones que viajan desde esta ciudad hacia San Antonio, donde la carga finalmente será embarcada en el puerto.

Finalmente, existe el tren intermodal. Aquí, las cargas son traídas en camiones desde sus lugares de origen hasta una estación de transferencia, donde son puestas sobre un tren. El ferrocarril transporta las cargas hasta otra estación, cercana al lugar de destino, donde las cargas son puestas nuevamente sobre un camión para finalizar su viaje. En este caso, el tren suele tener un solo origen y un solo destino, pero varios clientes.

En el tren intermodal, se utilizan unidades como contenedores o semirremolques que se llevan sobre carros especiales para transporte intermodal. A diferencia de los casos anteriores, los carros tienen una menor especialización, ya que deben estar preparados para llevar contenedores o semirremolques, pero no hace diferencia si estos últimos van cargados en su interior con juguetes, repuestos de maquinaria o ropa de temporada. Además, los lugares de origen y destino no requieren de acceso ferroviario, ya que las cargas llegan y salen en camiones.

Este tipo de transporte se adapta mejor a cargas palletizadas de mayor valor, ya que los contenedores sobre camiones pueden operar directamente en los andenes de carga de fábricas, tiendas, bodegas y centros de distribución. También se utiliza como conexión entre puertos y localidades interiores, ya que permite transportar los contenedores marítimos desde el terminal marítimo con un menor costo unitario.

En nuestro país, este tipo de transporte se utiliza de momento para la conexión de puertos con localidades interiores, aunque existen proyectos para impulsar su utilización en embarques que solo viajen por tierra.

La Situación Actual en Chile

En Chile, uno de los factores limitantes para el desarrollo del transporte ferroviario es la infraestructura. Buena parte de nuestras vías férreas fue construida pensando en abaratar costos de instalación y no en brindar competitividad. Por ello, sólo en una fracción muy menor de nuestra red ferroviaria es posible operar trenes pesados, largos o rápidos. Además, muchas de las vías férreas han sido abandonadas por décadas o simplemente han sido levantadas, por lo que la accesibilidad de los trenes de las dos primeras tipologías antes mencionadas es bastante limitada.

Hoy, existe una mayor conciencia sobre la importancia del transporte ferroviario en nuestra competitividad. Por ello, se ha comenzado a efectuar inversiones, tanto para mejorar la infraestructura existente como para crear nuevos accesos. Sin embargo, dada nuestra enorme geografía, tener una red ferroviaria extensa y competitiva es una tarea que tomará años.